jueves, 17 de septiembre de 2009

Por qué medito


Había una época de mi vida en la que cualquier cosa religiosa que surgiera en mi percepción inmediatamente la tildaba de "basura".

A pesar de que sí tenía curiosidad, no me daba la oportunidad de conocer, escuchar, evaluar o vivir una vida espiritual.

El catolicismo/cristianismo, hinduismo, islám y judaismo eran "idioteces", "pérdida de tiempo", "tonterías" o, como comúnmente llamaba a cualquier religión, "patrañas".

El budismo era "esa tontería que hacen los monjes pelones" y la meditación "otra estupidez más de los hippies".

Cuatro años después tengo cada célula de mi ser impregnada de Dharma (o por lo menos eso intento).

Un día pensé, "Actuar con bondad se siente raro. This is so not me", pero al mismo tiempo no quería dejar de hacerlo por que había llegado a un punto en el que actuar como un "motherfucker" era lo más absurdo que podía hacer. Solía pensar que esa agresiva habilidad que había desarrollado para "no dejarme de la gente" era una virtud digna de reconocerse. Mi expertise era hacer mierda a todos, incluyendo a los más cercanos y queridos. También dominé el arte de ser un perfeccionista fascista y lo único que perfeccioné fue cómo temer constantemente el fracaso. La bondad... ¿cuál bondad? Pero bueno, un día opté por el sendero Jedi.

En esa nueva vida también sentí que vivía un cliché. Me etiqueté como "cursi" y me escondí muchas veces. Nadie debía saber mi nueva vida secreta, es decir, la vida de un "stillness-lover".

Pero resultó que "la estupidez hippy" funcionó.

Después de un largo tiempo de práctica, estudio, prueba y error, he aquí lo que he obtenido de esta "cursilería" llamada meditación:

- Ya soy honesto conmigo y los demás. O dicho de otra forma, ya no hago como si nada hubiese pasado cuando cometo un error.
- Veo los cravings y tentaciones de joder a los demás y a mí mismo. Y si veo, puedo dejarlos ir.
- Veo los ataques emocionales cuando surgen. Y si los veo cuando surgen, puedo dejarlos ir en ese instante.
- Sé cómo "dejar ir" sin que se vuelva una represión emocional.
- Sé que "dejar ir" es lo mismo que "dejar ser".
- Sé que "dejar ser" una emoción negativa NO ES lo mismo que llevarla a cabo.
- Sé que "dejar ser" una emoción negativa es sentirla sin resistencias.
- Ahora sí escucho a la gente.
- Ahora sí empatizo.
- Ahora sí me comunico.
- Ahora sí comprendo.

Pero lo mejor que he obtenido de la meditación es que sé perfectamente qué es vivir en Fearlessness. No es un concepto, no es un ideal, es algo más real que cualquier otra cosa.

Y si sé qué es, puedo cultivarlo. Si no, no.

En la foto aparecen dos "místicos locochones" que en las últimas 4-5 décadas de su vida, no experimentaron miedo alguno.

Nada. Cero.

Todo eso se debe a que dedicaron las primeras décadas de su vida (desde niños) al estudio y práctica de la meditación.

Sin miedo...
- No hay parálisis
- No hay ira
- No hay angustia
- No hay odio
- No hay sufrimiento
- No hay soberbia
- No hay falsedad
- No hay máscaras
- No hay paranoia
- No hay obsesiones
Etc...

Yo quiero eso. Por eso medito.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Llaves para el desapego


¿Cómo se logra la libertad de los apegos?

Con naturalidad. No hay necesidad de empujar, desechar o regalar lo que no necesita ser empujado, separado o regalado. Todo, con espontaneidad, nos dejará. Justo en el momento indicado, en el segundo preciso. No hay nada qué hacer. Nada qué realizar. Todo, con naturalidad, de nuestras vidas se desapegará.

Con generosidad. No hay nada que retener, nada que proteger, todo es digno de regalarse cuando sea necesario regalarse, al momento correcto, a la persona indicada. Y si dejar ir nos provoca lágrimas, regalemos éstas también justo en ese instante.

Con valentía. Con acto de fe en nada, con embestida hacia la incertidumbre. Dejemos ir lo que sea necesario dejar ir. Sin miedo y sin expectativa. Así como los clavadistas se entregan a lo profundo de las aguas, justo cuando deben lanzarse. Así como el escritor deja ir sus cuentos al mundo entero, justo cuando los relatos desean recorrer el mundo.

Con entrega. Regalemos al espacio frente a nosotros todos nuestros miedos y tensiones. Todas nuestras quijadas tiesas y también nuestras manos apretadas. Ofrendemos a la nada nuestros estómagos contraídos y nuestros pensamientos obsesivos. Entreguemos nuestras vidas y deseos a este segundo, a este inmenso momento. Qué los demonios en el aire se deleiten con nuestra sangre, carne y huesos. Que nuestros anhelos se colmen de paciencia, al diluirse en la grandeza del omnipresente vacío.

Con apertura. No hay nada que esconder, nada que encerrar. Abramos todas las puertas y que la angustia salga de todas las habitaciones. Que nuestra desnudez abra todas las ventanas y que nos atestigüen los que deseen ser testigos. Que nos escuchen los que deseen escucharnos. Que nos ignoren los que deseen ignorarnos. No importa que tanta apertura aburra a los ensimismados. Se quedarán los que no le temen a la sinceridad espaciosa.

Con paciencia. Cada quien se llevará sólo lo que pueda llevarse de nosotros. Cada día se llevará sólo la porción de energía que quepa en éste. No atiborremos a una persona con todo nuestro ser. No asfixiemos el día con exceso de actividades. No matemos a la vida con una generosidad desmedida. El tiempo necesita tiempo, el espacio necesita espacio. El tiempo necesita espacio. El espacio necesita tiempo.

El desapego no se da en exceso, no se da escaso. Se da en cantidades precisas y se da a su tiempo. Se da cuando lo nuevo llega y sin duda alguna cuando lo viejo se acaba. Se debe dar cuando no llega lo que anhelamos y cuando llega inesperadamente lo que no deseamos.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Soberbia y egoismo


Hice una encuesta para mi "upcoming" servicio de meditación y hubo algo que llamó mi atención: La gente quiere urgentemente dearrollar su perseverancia, desapego, consciencia y atención en el aquí y el ahora.

Lo cual significa que la gente reconoce que es improductiva, sumamente apegada, inconsciente y distraída.

Ok, es útil saber eso, pero lo que llamó mi atención fue justamente lo que la gente no busca desarrollar: compasión, bondad, generosidad, honestidad y dignidad.

La ecuanimidad y humildad también obtuvieron resultados bajos.

......

¿Cómo diablos quieren ser perseverantes, desapegados, conscientes y atentos al aquí y ahora si desprecian justamente las habilidades necesarias para ser eso que quieren?

Sin generosidad no hay entrega al trabajo.
Sin entrega al trabajo no hay perseverancia.

Sin generosidad no hay entrega a las personas.
Sin entrega a las personas no hay humildad.

Sin humildad no hay seguridad en uno mismo.
Sin seguridad en uno mismo no hay dignidad.

Sin humildad no hay libertad del ensimismamiento.
Sin libertad del ensimismamiento no hay desapego.

Sin libertad del ensimismamiento no hay atención al aquí y el ahora.
Sin atención al aquí y el ahora no hay consciencia.


Pero más importante aún es:
Sin compasión o bondad (las habilidades con menos votos) sólo hay soberbia y egoismo.

Y si sólo hay egoismo y soberbia olvídense de la consciencia, desapego, atención al aquí el ahora, perseverancia, generosidad, dignidad, honestidad, etc.

=P