lunes, 5 de julio de 2010

La sabiduría de los locos


Cuando hay ira, hay presencia en exceso. Es tanta la presencia que ofusca por completo nuestra visión. No hay percepción alguna de lo demás por que nuestra paz es profanada por un canibalismo multidireccional. Si hay alguien que recibe nuestras agresiones, todos sus gestos de coraje, desapruebo, angustia y dolor los consumimos al instante. Nos apropiamos por completo del sufrimiento del otro. Mientras más grande su dolor, más grande nuestro deleite. Se siente bien asumirse una bestia imparable.

Curiosamente, cuando hay algo de consciencia en nosotros, nace una pequeña guerra en nuestro interior. Algo dice "esto está mal" y al mismo tiempo sentimos un hirviente "muérete hijo de puta". En ese segundo vivimos un absurdo a su máximo esplendor.

Ese momento es oro puro. Es el momento perfecto para crear un corto circuito y sabotear el funcionamiento del infierno.

La llave es ser ilógico.

La incoherencia en medio de la lógica de la ira es divinidad en acción. En el duelo a muerte ser el tonto es el milagro. Ese segundo de delirio sin forma es lo que te puede salvar la vida. Es corto y muy escurridizo. Puedes prescindir de esa oportunidad en un abrir y cerrar de ojos. Si lo haces, lo siento por ti y el otro.

Pero si aprovechas la dimensión sin reglas, la luz brillará más que nunca. No habrá heridos.

5 comentarios:

A dijo...

De acuerdo. Totalmente.
Un abrazo.

Alex Serrano dijo...

Amelia: totalmente chiflados ^_^

Anónimo dijo...

Genial post, alex, especialmente indicado para caníbales multidireccionales como yo. ¿O deberia decir mi ego?. Lo de la ira como exceso de presencia tiranizante es como lo describes, tal cual.
Sin embargo, hay otra alternativa, mas infernal o caótica, pero es bastante mas peligrosa, y suele acarrear bastantes daños colaterales. La alterantiva tantrica o alquímica de saturar el veneno hasta convertirlo en el mismo antídoto.
La alterantiva que propones es de PM para almas disciplinadas y practicantes, es decir, que se entrenan diariamente en la autobservación. Personalemnte ese punto de inflexión, de discernimiento en realidad, no me es nada facil, pero reconozco que es un camino mucho más empático, compasivo y deseable.
En fin, lo ire practicando en lo que me de cuenta, mejor, quiera hacerme cargo de los efectos nocivos de mis tendencias devoradoras. Algo que me es, como bien dices, y lamentablemte, odiosamente placentero.
En fin, cada uno como puede.
Un abrazo, mestre.

Alex Serrano dijo...

César: para mí también ha sido cosa difícil y sí, como dices, requiere una autobservación diaria. Sin ese requisito que mencionas, la loca sabiduría es imposible de realizar.

Es, como bien dices, peligroso jugar con este tipo de fuego. La sensación "me falta algo" es lo que abre la posibilidad de actuar como un lunático compasivo. Pero tener éxito en tal tarea es una cosa que parece de azar más que algo controlado. Si falla uno, el resultado es una "sabiduría loca" falsa que en realidad es una superinteligencia muy viciada y nociva.

Un abrazo a ti también hermano, gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo, Alex.
Un abrazo.