lunes, 13 de diciembre de 2010

Adios a la Estrella del Alba


Amo la enseñanza de la impermanencia, especialmente cuando el cambio me hace temblar. La incomodidad resultante de tener que cambiar porque afuera todo cambia es uno de esos tragos amargos que nos hacen tanto bien. Es como esas medicinas que realmente nos ayudan a estar mejor.

La impermanencia de este tipo rompe todos nuestros paradigmas, nos obliga a abandonar la comodidad maloliente de nuestra zona de confort: es una zona cálida, conocida, se siente segura, pero es sumamente maloliente.

Estos últimos meses me sometí a un cambio multidimensional: dejé mi trabajo, constituí una empresa y abrí mi nuevo sitio de enseñanza de meditación (abajo proporciono el enlace a este). Abrir una empresa ha tocado casi todos mis puntos sensibles. He trabajado como loco. He disfrutado cada tarea. Bueno, algunas no tanto, pero hasta esas me han dado buenas lecciones.

Dejo Morning Star, pero su esencia seguirá presente en el nuevo sitio: Active Dharma.

Active Dharma es Morning Star, en su corazón no hay diferencia. Solo que ahora, las enseñanzas estarán más alineadas el movimiento de "Pragmatic Dharma" y serán, por el momento, en Inglés.

Además, el nuevo sitio me permite crear más categorías en la barra de navegación, así como mejores mecanismos para distribuir contenido.

Invito a todos los seguidores de este blog a que me acompañen en este nuevo lugar.

Gracias y saludos!

lunes, 22 de noviembre de 2010

Sabiduría de las botellas de Coca Cola


Debemos estar presentes de forma transparente, como botella de Coca Cola. La presencia transparente de este tipo nos permite hacer todas las actividades indeseables que tenemos que hacer el día de hoy sin tener que sufrirlas: manejar dentro de un embotellamiento, terminar el reporte u hoja de cálculo, saludar a los que detestamos en el trabajo, llevar a los niños a la escuela, etc. ¿Por qué? Porque estamos vacíos de deseos y aversiones que estorban.

En una presencia transparente no hay aversión al embotellamiento, reporte, gente detestable o a ser un padre responsable. Es transparente, no hay nada que estorbe.

Pero también es presente. Por lo mismo esta transparencia puede manejar (sin problema alguno) en los embotellamientos, terminar los reportes, convivir con los vecinos molestos de la oficina, o llevar tranquilamente a la escuela a los niños.

En verdad podemos estar aquí como espacio vacío. Vacío de aversiones y deseos que estorban.

Pero cuidado: hay aversiones o deseos que no estorban. Al contrario, benefician.

Si no frenamos a tiempo, chocaremos con el auto frente a nosotros.
Si no luchamos contra la pereza, el trabajo de oficina se acumulará y pronto estaremos en problemas.
Si anhelamos un ambiente de trabajo amigable, tal vez ello nos permita ser abiertos con los demás.
Si deseamos que nuestros hijos tengan una educación, puede que llevarlos a la escuela no sea una monserga.

Este tipo de deseos y aversiones son propios de la presencia transparente, es decir, son deseos y aversiones que lubrican el movimiento del tiempo y el espacio: no estorban, no necean, no nos hacen sufrir, ni nos atoran. Son deseos y aversiones transparentes.

Nos impulsan a movernos como nos debemos mover: con balance, presencia, elegancia, fluidez y transparencia.

Como decía Bruce Lee: ser como el agua. Es como ser éter o espacio transparente. Pero en realidad es como ser una botella vacía de Coca Cola ya que no tenemos que deshacernos de nuestro cuerpo, identidad o nombre.

lunes, 1 de noviembre de 2010

El sendero del escéptico


"Sí, Kalamas, es apropiado que duden, que posean incertidumbre, ya que una duda surge de lo que se considera de origen dudoso. Ahora, Kalamas, no se dejen llevar por sólo informes, o tradición o rumores. No se dejen llevar por la autoridad de textos religiosos, ni por mera lógica o inferencia, ni por las apariencias, ni por el deleite de las opiniones especulativas, ni por posibilidades aparentes, ni por la idea: 'él es nuestro maestro'. ¡Kalamas! Cuando constaten ustedes mismos que ciertas cosas son nocivas (akusala), equivocadas, malas, entonces renuncien a estas... Y cuando constaten ustedes mismos que ciertas cosas son saludables (kusala) y buenas, acéptenlas y síganlas."

- El Buda Gautama

En cierto sentido, fui afortunado porque crecí en una familia que no me obligó a someterme a una religión. Gracias a esa libertad, pude dudar de forma saludable hasta constatar verdades espirituales que no requieren creencia o evidencia externa.

- Dudé todo lo que percibí con mis sentidos
- Exploré todo lo que discerní con mis sentidos
- Constaté lo inconmensurable

Especialmente, dudé de mi mente y su "inteligencia". Lo sigo haciendo. Para mí, no hay mejor forma de discernir la verdad sobre la realidad fenoménica.

viernes, 29 de octubre de 2010

Sabiduría del espacio sideral


Dale espacio al idiota, al estúpido o a los "fails" (incluso a los epicfails).

¿No puedes?

Está bien: Date espacio. Dáselo a tu parte que todavía no puede dar espacio a idiotas, estúpidos o fails.

Dale espacio a tus triunfos, logros, aptitudes, habilidades, talentos o a los "wins".

¿No tienes?

No hay problema: Dáselo a tu parte que cree que no tiene triunfos, logros, aptitudes, etc. Con el tiempo verás que estás repleto de triunfos.

Meditadores:
Después de que ya le diste espacio a todo lo que ocupa un lugar en el espacio (incluyéndote a ti mismo), dale espacio al espacio físico.

¿No puedes? Dale espacio a:
- Tu deseo por dar espacio
- Tu deseo por expandirte
- El espectador que quiere saber qué es dar espacio al espacio físico
- Tu voluntad de dar espacio
- Tu deseo por ser espacio
- Und so weiter...

¿Y luego?

Luego el paso del tiempo y el movimiento del universo se encargarán de borrar tus apegos a todo lo que le diste espacio.

¿Para qué querría borrar mis apegos?

Como dice Longchenpa, para que te des cuenta de que "conditioned existence is merely a label".

¿Y Luego?

Luego hay libertad.

lunes, 25 de octubre de 2010

Respuestas del examen


Algunos prefieren el camino espiritual fácil, otros el difícil. Yo prefiero el fácil y difícil de forma simultánea.
Algunos maestros espirituales son amorosos, otros no tienen piedad. Ante la neurosis, nada como el amor sin piedad.
Algunos enseñan con serenidad, otros con muchas palabras. Para mí las mejores enseñanzas son el discurso que acoge y la serenidad que reprende.
Hay espiritualidad teísta y hay la no teísta. Para mí no hay diferencia entre ambas.
Algunos maestros espirituales son perfectos, otros imperfectos. Ahora sé que la imperfección es lo más perfecto en este universo.
Hay espiritualidad pro y anti-psicología, pro y anti-tratamiento clínico, pro y anti-tecnología. ¿A fuerzas tiene que ser una u otra?

¿Con o sin oraciones?
¿Con o sin cojín de meditación?
¿Con o sin ritual?
¿Con o sin maestro?
¿Con o sin alma?

Para mí, todas y ninguna de las anteriores.

Esa es la espiritualidad que conozco. Esa es la espiritualidad que enseño.

Salón de clases en línea: coming soon. ;)

martes, 12 de octubre de 2010

Borrador del pasado


"Estos dos son unos tontos. ¿Cuáles dos? El/la que no ve su transgresión y el/la que no perdona, correctamente, a quien ha confesado su transgresión. Estos dos son unos tontos.

Estos dos son unos sabios. ¿Cuáles dos? El/la que ve su transgresión como una transgresión, y el/la que perdona, correctamente, a quien a confesado su transgresión. Estos dos son unos sabios."

- El Buda


La cita anterior la tomé de uno de los foros de discusión de Kenneth Folk Dharma. El thread aquí (post 147).

Fernanda (mi fianceé) y yo hemos trabajado lo anterior TODOS los días. Llevamos dos años y medio practicando la confesión y el perdón de todas nuestras transgresiones. Muchas, muchas, muchas veces fallamos.

Pero SIEMPRE perseveramos y logramos confesar y perdonar todas nuestras transgresiones.

Eso nos mantiene sumamente felices.

Practiquen.

martes, 5 de octubre de 2010

Magia para principiantes


Primera lección
Cada acción produce efectos. Estos surgen con inercia y, por lo mismo con más efectos. Mientras más actúes, más efectos habrá.

Hechizos comunes
- Si hablas de más, no podrás dejar de hablar y tu silencio (y el de los demás) te será intolerable.
- Si no hablas lo suficiente, después habrá silencio. Si buscas más silencio ¡te quedarás sin boca!
- Si en meditación pones atención, el portal aparecerá. Luego habrá fuegos artificiales, las cosas brillarán y recibirás sabiduría.
- Si no pones atención, habrá brincos. Si hay brincos no habrá portal y sin portal no habrá camino. Sin camino no habrá sabiduría.
- Si te impacientas, después habrá impaciencia multiplicada, o sea, mucha ira, desesperación o frustración.
- Si no confiesas, las serpientes crecerán en ti, luego habrá molestia y luego te volverás serpiente que consume todo a su paso (aunque el alimento sea veneno).
- Si confiesas sin juicios habrá alivio, si hay alivio habrá paz. Las serpientes no se irán pero te revelarán más secretos mágicos.
- Si racionalizas en exceso, te ocultarás en tu laberinto. Si te escondes en el laberinto, seguro habrá miedo y angustia. Mientras más te cuides, más pánico habrá. Como dice Borges, serás como Asterión e implorarás tu muerte todos los días.
- Si te haces responsable, descubrirás redundancias y harás ajustes en tus hechizos. Si haces los ajustes adecuados, confiarás en ti. Si confías en ti, podrás caminar y crear tal y como los grandes magos.
- Si generas culpa (que no es lo mismo que hacerse responsable), habrá mucho dolor. Si hay dolor, habrá mucha depresión. Si hay depresión, tú mismo y el mundo entero se volverá gris (aunque las apariencias sigan siendo de colores).
- Si no generas culpa, conocerás el autoperdón. Luego habrá calma y de nuevo todo comenzará a brillar.
- Si buscas errores en el otro sin aceptar los tuyos, sin duda te transformarás en un demonio.
- Si te vuelves demonio, sin duda gozarás de la sangre y las entrañas de los demás. Matarás a quienes más amas. No importa que los ames, los matarás. Una vez muertos, conocerás el infierno.
- Si admites las fallas del otro y también las tuyas, habrá justicia. Si hay justicia se recobrará la comunión. Si hay comunión los demonios se volverán ángeles.

La magia existe. Ocurre todo el tiempo. Cada acción física y mental es un proceso mágico. Es bueno que aprendamos a manejar este poder que poseemos. Cuando no sabemos manejarlo, nos volvemos presas de nuestros propios hechizos. Simple.

¿Cómo aprendemos a manejar nuestra magia? Igual como lo han hecho todos los magos, alquimistas y científicos: prueba y error.

¿Hay un efecto positivo? Sigue así.
¿Hay un efecto negativo? Haz ajustes en tu receta y prueba de nuevo.

¿Dónde surge la magia? Aquí.
¿Quién es la mago? Ahora.
¿Cómo se hace magia? Ya la estás haciendo.

Practiquen amiguitos.

martes, 14 de septiembre de 2010

Teísta, no teísta o ateísta


¿Espiritualidad con o sin deidad?

Depende de tu situación. A continuación doy algunas recomendaciones que NO son definitivas. Son sólo sugerencias. Cada quien se hace responsable de su mente ^_^.

Si asumes que tienes la capacidad para superar cualquier dificultad, mi sugerencia es que te apoyes en un objeto de culto. ¿Por qué? Simple: la omnipotencia no existe en el ser humano. No hay mejor método para trascender dicho engaño que el entregar tu ser limitado a un ser ilimitado.

Si buscas refugio en una deidad porque te percibes como una aberración, tal vez lo más apropiado sea que te apoyes en una espiritualidad sin deidades. ¿Por qué recomiendo esto? Muchas veces buscamos una deidad para escapar de lo que somos. Esto es un error porque lo que somos (con todo y sus defectos) es naturaleza sagrada. Al investigar la naturaleza de tu cuerpo, habla y mente rompes con el hábito de devaluar lo que eres. El Buddhadharma y el Taoismo (hasta cierto punto) son tradiciones que proporcionan dicha perspectiva no teísta y que reconocen el gran valor de cada partícula de tu cuerpo, habla y mente. El punto es renunciar a la idea de que un Dios resolverá todo en nuestra vida.

Si tu vida se ha apoyado en supersticiones y creencias sin evidencia, revisa el ateísmo. Así depurarás tu mente de dogmas que sólo estorban. El ateísmo sin duda puede ser espiritual. No tiene que ser a fuerzas nihilista.

Puedes apoyarte en alguna disciplina conceptual/empírica/racional (como la filosofía o psicoanálisis). Sí es posible dar con la verdad a través de la reflexión. No obstante, debes ser analítico y poseer una gran capacidad para sintetizar conceptos. Es un camino largo pero posible.

Pero ten cuidado: el ateísmo puede ser igual de dogmático que un teísmo confundido. Es el otro lado de la misma moneda. "Dios - No Dios" es un espejo que se refleja a sí mismo y por lo mismo el ateísmo también puede malinterpretarse como el teísmo.

Te recomiendo que explores lo desconocido y que no abandones tu escepticismo. El objetivo es evitar el fanatismo ateísta.

Sea cual sea tu caso (teísta, no teísta o ateísta) tu mayor enemigo es una certeza falsa. Ya lo he dicho antes y lo repito de nuevo: mientras más inteligente seas, más fácil es que te engañes. Ten cuidado. Explora todo lo explorable.

El punto es que te des cuenta de que la espiritualidad es una esencialidad y, por lo mismo, es adaptable a cualquier perspectiva.

Afirmar que la espiritualidad es una "viaje" más, es ingenuo. Excava un poco más.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Usa el narcisismo a tu favor


"Cuando medito no pasa nada."

¿En serio?

Al sentarnos a meditar pasan muchas cosas: tiempo, pensamientos, entusiasmo por despertar, ansias por ingresar a uno de esos estados que tanto mencionan los meditadores hardcore, aburrimiento, hastío, coraje, desesperación, sueño, molestia, impaciencia...

Y a todo eso lo llamamos "no pasa nada".

¿Qué sería que pasara algo?

Tal vez esperamos que pasen cosas como: despertar, gozo, placer, éxtasis, luz, felicidad, paz, ecuanimidad, trascendencia, entendimiento, claridad, iluminación, budeidad, nirvana, moksha, primer bhumi, Stream Entry, jhanas, dhyanas, jñanas...

Pero como no ocurre nada de eso, mandamos al diablo la práctica de meditación y una vez más ingresamos al ciclo sin fin del drama y la euforia.

Manda al diablo el selectivismo

Contempla la impaciencia por despertar, el desdén por los que están "mejor" que tú, el aburrimiento de la paz, tus quejas mentales que parecen no tener fin, tu astucia que afirma que ya lo sabe todo, lo idiota que te asumes, lo perfecto que te consideras, lo insignificante que crees que eres para los demás, lo mucho que te desprecias, lo mucho que te halagas o lo mucho que te amas.

Vuélvete como Narciso, pero sin el selectivismo.

jueves, 26 de agosto de 2010

Despierta en esta vida


Disculpen la tardanza.

A continuación les proporciono un texto escrito por Kenneth Folk. Son instrucciones, son una llave, son un disparador o simplemente un mapa que lleva al despertar (y si continúas practicando) hacia la iluminación. Me encanta la sencillez de este texto. El original es en inglés y lo encuentran aquí. La traducción es mía y, por lo mismo, cualquier error es mío y no del autor.

Pero antes del texto, unas advertencias:
- El karma existe. El karma es necio. El karma es inercia que toma tiempo en detenerse. Si despiertas con estas instrucciones, tu karma no habrá desaparecido. Simplemente ahora te darás cuenta de qué tienes que hacer para no acumular más karma negativo y permitir que el combustible de este se acabe.
- A algunos les toma meses, a otros años. Las instrucciones sí sirven, pero para cada quien es diferente. Como dice Kenneth: "cada minuto habrá valido la pena." No importa, cuánto tiempo te tome despertar.
- La kundalini existe. La kundalini se siente. A veces placentera, a veces duele mucho. Si despiertas, es muy probable que se revelen nudos de energía y es probable que duelan. Estos nudos pueden disolverse en unos meses, o pueden disolverse años después. Depende de muchos factores. Aquí hay más información sobre nudos. Si no deseas experimentar nudos, no sigas estas instrucciones.
- Si nunca has leído o has escuchado sobre la vacuidad de la realidad, puede que estas instrucciones revelen algo que te sea difícil asimilar. No te preocupes, nada malo hay en esta vacuidad. Se refiere a vacuidad de ignorancia, vacuidad de egoísmo. Es impresionante. No te va a matar. Al contrario, te liberará. No obstante, es completamente diferente a la realidad que actualmente conoces.
- Busca un maestro. Una vez más: busca un maestro. La espiritualidad sin maestro es un laberinto sumamente inmenso, arriesgado y abrumante.
- Estudia las 4 fases de la iluminación, los 5 senderos del Budismo Tibetano, los 16 ñanas (etapas de investigación) y los Jhanas (absorciones meditativas), para qué tengas una guía.

Dicho lo anterior, he aquí el texto de Kenneth:
Cómo iluminarse

¿Qué diría si tuviese sólo cinco minutos para dar instrucciones para iluminarse?
Tú falta de iluminación depende de qué tan incrustado estés en tu experiencia (crees que eres esta). Debes desincrustarte de ella. Para lograr eso, de forma sistemática trata cada aspecto de la experiencia como si fuese un objeto (que se mira y reconoce como tal). Después, entrégate por completo.

Haz estas prácticas tal y como se presentan:

Primera velocidad:
1) Trata a las sensaciones corporales como objetos. Si puedes ponerles nombre, significa que no estás incrustado en ellas. Observa las sensaciones y nótate a ti mismo. "Presión, apretado, tensión, liberación, frescura, calidez, suavidad, dureza, hormigueo, comezón, ardor, picazón, pulsación, vibración." Si contemplo algo, ese "algo" no es "yo".

2) Trata a la tonalidad de las sensaciones como objetos. ¿Son agradables, desagradables o neutrales? Si puedes permanecer cinco minutos sentado y observar el cambio que ocurre en segundos de lo agradable, desagradable y lo neutral, significa que no estás incrustado en ese estrato de la mente.

3) Trata a los estados mentales como objetos. Investigación, curiosidad, felicidad, ansiedad, diversión, tristeza, alegría, ira, frustración, molestia, irritación, aversión, deseo, asco, miedo, preocupación, calma, vergüenza, culpa, autoconmiseración, compasión, amor, contento, estupidez, sueño, gozo, regocijo, triunfo, odio propio. Libérate de ellos poniéndoles nombres. No dejarán de surgir. Nunca dejarán de salir pero date cuenta de que no son "tú"; sabemos eso porque si acaso hay un "tú", este es el que observa y no lo que es observado.

4) Trata a los pensamientos como objetos. Categorízalos: pensamiento que planea, que anticipa, que se preocupa, que imagina, que recuerda, que ensaya, que escenifica, que fantasea, que se autorecrimina. Inventa tu propio vocabulario y observa los pensamientos como si fuese los de alguien más. El contenido no es relevante excepto cuando este te sirva para etiquetar y así tratar a los sucesos mentales como objetos.

(Si dominas estas prácticas hasta este punto, te volverás un arahat. Nada más es necesario para obtener el logro del arahat.)

Segunda velocidad:

5) Trata al sujeto como objeto. ¿Quién soy "yo"? Vuelve la luz de la atención hacia sí misma. Reside como la consciencia impersonal y desinteresada que atestigua.

6) Trata el sutil e inubicable acto de conocer (que surge junto con cada cosa que conoce) como objeto. Si este conocer se reconoce a sí mismo, significa que no es "yo". El percatarse de este sutil nivel del ser se llama sat-chit-ananda (ser-consciencia-gozo).

Tercera velocidad:
7) Entrégate por completo. Hay consciencia, incluso si ya no estás presente.

Que puedas despertar ahora (si te toma 20 años habrá valido la pena cada minuto).

Kenneth Folk
Marzo, 2010

miércoles, 18 de agosto de 2010

Yoga genuina


Yoga es tan malinterpretado hoy en día. Regresemos al significado original: unión.

Si Yoga es unión, entonces tenemos que cambiar todo aquello que va en la dirección contraria de la unión. El objetivo es descubrir todo lo que es antiyoga y dejarlo de hacer. Darnos cuenta de que somos una pieza de un rompecabezas gigante y asumir nuestro papel dinámico en el rompecabezas. A continuación presento algunos entrenamientos que tienen como objetivo borrar las líneas entre "nosotros" y todo lo demás. Estos entrenamientos son exactamente las mismas prácticas preliminares que se practican en el budismo tibetano (su nombre es Ngöndro), para crear las condiciones propicias para que Yoga ocurra.

Pero seguro encontrarán estos entrenamientos en su tradición espiritual. Por ejemplo, para mí no hay diferencia entre Ngöndro y los 12 pasos de AA. Y estoy seguro que Bill W. nunca recibió transmisión de enseñanzas de un Lama (pero bueno, uno nunca sabe =P).

Humildad
- Dejemos de asumir que podemos con todo, cuando evidentemente tenemos limitantes.
- Aceptemos que tenemos miedo, que estamos confundidos y que no tenemos todas las respuestas.
- Lleguemos a la rendición, derrota, doblar las rodillas, soltar la necedad, etc.
- Acojamos con mucha comprensión a la impotencia y dejemos ir la omnipotencia.
- Perdámonos en esta situación. Así, tal y como es. Ya es perfecta. Perdámonos en la Gran Perfección para beneficiarnos con toda su obviedad.

Beneficio
- Pongamos nuestro granito de arena, ladrillo o engrane en el movimiento universal.
- Dejemos de ser expectadores solamente y formemos parte de la narrativa productiva y útil.
- Consideremos. Consideremos la existencia de los demás. Considerémosla para que nuestros actos dejen de ser irrespetuosos, invasivos o irresponsables y para que seamos vacíos de egoismo.

Fluidez
- Dejemos que surja el fin de nuestros momentos felices.
- Dejemos que surja el fin de los momentos infelices.
- Dejemos ir nuestros honores, logros y riquezas, cuando estos comiencen a terminar.
- Dejemos ir nuestra pobreza cuando esta comience a terminar.
- Dejemos ir nuestras posesiones sin regalarlas de forma irracional.
- No nos apropiemos de los halagos, dejemos que estos lleguen, disfrutémoslos y dejémoslos ir.
- Dejemos ir nuestra ilusoria posesión de "nuestro" cuerpo, habla y mente, aunque este no haya cesado todavía.

Purificación
- Seamos honestos (o sea, honestos de forma responsable y saludable) las 24 horas/ 365 días del año. Cada segundo. Las veces que sean necesarias.

Yoga genuina
- Repitamos el ciclo anterior 110,000 veces, o hasta que ocurra el Yoga con la Gran Perfección, o sea, reconocimiento en carne propia de que siempre hemos sido parte de la Gran Perfección.
- Repitamos el ciclo anterior infinitesimalmente, instantáneamente, hasta que se vuelva natural, hasta que el ciclo ocurra sin esfuerzo. Sólo en ese momento sucederá Yoga.

¿Yoga con qué? Con el Dharmadhatu, Dios, Jehová, Brahma, la Realidad, la Verdad Última, etc.

¿Y si practicas kundalini yoga, vinyasa o ashtanga yoga, etc? Es lo mismo. Haz tu yoga física con humildad, con la intención de generar bienestar para ti y los demás, con fluidez y purificación. Una y otra vez.

Practicantes de Ngöndro: sin lo anterior, no hay forma de que se discierna Dzogchen.

martes, 17 de agosto de 2010

Cocina la magia


Despertar espiritualmente es como preparar un platillo de alta cocina. Es laborioso. No me he animado a tomar clases con mi padre (quien ama preparar todo tipo de platillos complejos). Temo lidiar con tantas variables (condimentos, ingredientes, picado de verduras, intensidad de fuego, tiempo de guisado, cantidades precisas, utensilios, etc.). Pero sé que llegaré poco a poco a esa ciencia culinaria.

Después de todo, sin darme cuenta fue así como "cociné" mi despertar.

En el Budhismo Theravada a esto le llaman "Stream Entry", o ingreso al torrente. En Alcóholicos Anónimos le llaman despertar espiritual (correspondiente al 12vo paso). Patanjali habla de esto en el Samadhi Pada. En el Budismo Tibetano le llama ingreso al Sendero del Ver (la verdad). Todo lo anterior es lo mismo.

Para llegar a ese punto, varios ingredientes deben estar presentes. Varias causas deben crearse. A diferencia de la cocina, no hay una receta fija para este platillo llamado "despertar". Aun así puedo compartirles las sustancias que mezclé. Alguna especia debe haber por ahí que les pueda servir. Seguro hay algo por ahí que me puede servir actualmente.

Lo que hice fue:
1) Admití mil veces (a personas sanas y de confianza) todas las acciones nocivas que hice en el pasado.
2) Admití mil veces todas las ganas que tenía de hacer cosas que me lastimaran a mí o a los demás.
3) Comencé a admitir (tarde o temprano) cada error que cometía.
4) Traicioné mis actos nocivos. Algunas veces lo logré, otras no. Pero sí los traicioné muchas veces. Muchas, muchas, muchas. Odié este paso. Específicamente, traté de sabotear (poco a poco) todos mis impulsos por: robar, mentir, engañar, manipular, joder, consumir sustancias nocivas, golpear, victimizarme, autoconmiserarme, canibalizar, etc.
5) Me entregué como nunca lo había hecho a la honestidad. Fue mi mejor contención. Sin el cultivo de esta virtud, uff. No estaría vivo.
6) Hice todos los ajustes posibles en mi comportamiento.
7) Comencé a ayudar adictos como pude: a veces con tips, a veces con confesiones en la tribuna, a veces con una fuerza de voluntad más allá de la mía por que muchas veces lo único que sentía era que quería ahorcar al otro.
8) A pesar de que mi concepto de Dios en esos momentos era algo peor que un basurero municipal, recité mil veces la oración de la serenidad (con excelentes resultados).
9) Aprendí (pese a mi monolítica resistencia) a pedir disculpas cuando lastimaba a otros.
10) Aprendí (pese a otra monolítica resistencia) a perdonarme.
11) Acudí a un psicoanalista para, más que comprender, poder confesar lo inconfesable. Esto es un must. Punto.
12) Presencié, gracias a la ayuda del psicoanalista, maquinarias sumamente sofisticadas detrás de mis actos. Maquinarias hechas de retazos, circuitos, fotografías, con cientos de engranes, motores, lombrices y toda clase de lubricantes, bio-organismos y motherboards sin control alguno.
13) Vomité muchas veces al presenciar esas maquinarias.
14) Lloré muchas veces al presenciar esas maquinarias.
15) Aprendí a aceptar esas maquinarias.
16) Aprendí a desmantelar poco a poco las maquinarias.
17) Aprendí a meditar: contemplar sin distracciones todo lo contemplable (físico y mental) sin perspectivas, ubicaciones o filtros.

Y luego, mientras viajaba en un taxi y meditaba, desperté.

Cada ingrediente, cada acto, cada suceso previo a esa experiencia TENÍA que ocurrir. Tuve que crear esa inercia, esa aceleración, esa acumulación de momento. Como un conjuro multidimensional, cada detalle cuenta, cada suceso simbólico, cada recitación y cada generación de la intención correcta cuenta.

Si lo anterior no hubiese estado presente, nunca me hubiese percatado de que hay necedades nocivas, de que hay un origen de esas necedades nocivas y de que hay algo más abierto y libre detrás de las necedades nocivas.

To wake up, you have to walk the walk.

Ok, sí hay una receta: comportamiento saludable + meditación + mucho amor propio, marinado en la naturaleza primordial sin principio y sin fin.

Cocina la magia.

martes, 3 de agosto de 2010

Cómo diluir karma a mil por hora


Tantra en 8 palabras: devoción a lo más sano de tu ser.

Todas las deidades que se usan en tantra son los aspectos infinitamente sanos de nuestra naturaleza. Esa sanidad siempre ha estado ahí. ¿Quieres llamarle Dios? Adelante. ¿Quieres llamarle Buddha Nature? Adelante. Llámale Mickey Mouse si quieres.

La mecánica es simple: entrégate a lo más sano de tu ser.

¿Qué es lo más sano de tu ser? Es tu ser sin principio y sin fin. Es el mismo ser sin principio y sin fin pa' todos.

Para los nuevos lectores de KFD, esto se refiere a la Tercera Velocidad, o sea, la entrega y rendición completa a la realidad tal y como es. El dharma sin principio y sin fin.

Si no eres budista y te apoyas en otros objetos sagrados, no importa. Haz la equivalencia: Ser sin principio y sin fin = tu objeto sargado favorito.

Si te entregas en cuerpo, habla y mente a tal objeto, cultivarás el movimiento primordial que te permite unificarte con la realidad tal y como es.

En matemáticas se hace lo mismo. Usan este símbolo "∞" para representar el infinito. Las deidades son el símbolo de lo inefable. Nuestros sentidos tienen límites. Si eres principiante y quieres discernir lo inefable en un día te volverás loco.

Haz la equivalencia: Ser sin principio y sin fin = tu objeto sargado favorito.

¿Y si tu objeto sagrado favorito representa una sola virtud? Ejemplo: "mi deidad representa la ecuanimidad", "la mía representa la indestructibilidad", "la mía..."

No importa. En el ser sin principio y sin fin se encuentran todas las virtudes. Entrégate a una virtud al 100%, perméate de esta al 100% y (al despertar) activarás las demás.

¿Qué tienes que entregar?
- Sensaciones físicas
- Pensamientos
- Emociones
- Actitudes
- Voluntad
- Observador
- Lo que sabe pero que carece de forma
- Tus apegos a posesiones
- Tus logros
- Tu honor
- Tu sexualidad
- Tus actos
- Tus palabras (escritas y orales)
- Etc.

Mata dos pájaros de un tiro con mantras y oraciones:
1) Mientras recitas, al mismo tiempo entregas todas esas sensaciones corporales y mentales a tu objeto sagrado de elección. Obviamente este debe estar frente a ti (física o mentalmente).
2) Al recitar, si prestas atención al significado de lo que recitas, cargarás tu cuerpo y ser con esos significados mediante las vibraciones de tu voz.

Todo lo anterior es Tantra: medios hábiles, upaya, métodos extraordinarios, eucaristía, psicomagia, magick, etc. etc. etc.

¿Odias los mantras y visualizaciones? No importa, entrega lo que ya mencioné y también tu silencio, ausencia de vibraciones vocales y cualquier actividad mental que surja. Entrégalo al ahora. Entrega el ahora mismo.

Haz esto diariamente y tu karma confundido (separación de lo más sano de tu ser) se reducirá más rápido de lo que te imaginas.

Tantra en 8 palabras: devoción a lo más sano de tu ser.

Advertencia: haz tantra con símbolos que representen enfermedad y te lastimarás a mil por hora.

viernes, 23 de julio de 2010

Cómo deshacer nudos energéticos


****NOTA: ESTE POST FUE ACTUALIZADO EL 26 DE JULIO, BASADO EN LOS COMENTARIOS QUE SE HAN DEJADO SOBRE LA DISOLUCIÓN DE NUDOS.

Mientras le respondía a mi amigo William sobre cómo disminuir el dolor energético que puede surgir en meditación, pensé que sería bueno hacer un post con las indicaciones que le envié.

Ya hablé un poco sobre la razón detrás de los nudos energéticos o dolor de chakras.

He aquí las indicaciones, con algunas modificaciones:

- La meditación no es algo que se hace "bien" o "mal". Simplemente es aprender a ser "transparente" para que fluya el ser. Esta fluidez no es algo que se controla a voluntad. Cualquier control que quieras ejercer sobre el flujo natural del ser, se volverá un obstáculo más para este.
- La meditación consiste en aprender a discernir lo que ocurre dentro de ti con cariño, gentileza, calidez y proporcionar un espacio respetuoso.
- Este discernir y espacio llevarán la luz de la consciencia a lugares inactivos del ser.
- La luz de la consciencia revelará movimientos fuertes de nuestro ser. Son movimientos con inercia propia.
- Los movimientos son costumbres, hábitos o patrones mentales, energéticos y emocionales sumamente repetitivos.
- En la mayoría de los casos, son movimientos mentales ensimismados.
- Al revelarlos con la consciencia de la meditación, comenzaremos a sentir esos movimientos.
- Dichas sensaciones pueden ser emociones, sentimientos, angustia, libido, placer, gozo, hormigueo, movimientos de energía, kundalini, dolores de cabeza, dolores musculares o nudos energéticos.

La costumbre tridimensional

- La combinación de todos estos movimientos psicosomáticos ensimismados la percibimos como una costumbre tridimensional corporal (CTC).
- La CTC es un hábito psicosomático con forma.
- Es tridimensional por que le hemos dado altura, anchura y profundidad.
- Es corporal por que es una costumbre que abarca el cuerpo físico.
- Algunos maestros espirituales se refieren a esta CTC como "el cuerpo mental", combinado con "cuerpo etérico", "cuerpo emocional", etc.

El dolor energético

- El obstáculo fundamental para el flujo natural del ser es dicha costumbre multifacética.
- Al colocar nuestra atención en un punto de nuestro cuerpo, la energía comienza a acumularse en ese punto.
- Las emociones que experimentamos en el cuerpo también dejan su huella y contribuyen al desarrollo de la CTC.
- La CTC hace justo eso: es una atención ensimismada, combinada con memorias impresas en las células, que magnetizan la energía vital.
- Es tanta la acumulación de energía que duele.
- Con frecuencia, la CTC está muy arraigada en el entrecejo, en la garganta (el famoso "nudo en la garganta"), el pecho, estómago, espalda, nuca y en todas las partes de tu cuerpo que te duelen cuando te estresas.
- Es muy importante reconocer que la CTC es un suceso psicosomático. No posee carne y hueso, pero sí se manifiesta en el cuerpo físico. Es una idea, un patrón y numerosas memorias empalmadas. Es persistente y por lo mismo acumula energía, excesivamente.

La disolución del exceso de energía

- La meditación es el arte de proporcionar espacio consciente que erosione de forma natural a la CTC.
-No obstante, debido a la abrumante acumulación de patrones y memorias psicosomáticas, antes de meditar tranquilamente, primero es recomendable utilizar métodos que usen la resonancia de vibraciones (mantras con visualizaciones, ejercicios físicos, biomagnética, bioenergética, entre otros), para reducir la molestia física.
- Adicionalmente, un trabajo psicológico, con sus apropiadas catarsis, asistirán a la disolución de memorias nocivas impresas en el cuerpo.
- Una vez que se trabajen las capas más visibles de los nudos, el espacio consciente puede disolver poco a poco las sutilezas energéticas.
- El espacio consciente es claridad transparente. No es un pensamiento, es transparencia consciente.
- Esa claridad transparente es como un "solvente".
- Al conscientizar una y otra vez a la CTC, esta comenzará a disolverse por sí sola, poco a poco.
- Cualquier cosa que "TÚ" intentes hacer para disolverla es una afirmación más de la CTC. El dolor energético se incrementará.
- Lo único que puedes hacer, al meditar, es cultivar el espacio fundamental consciente, es decir, el cultivo de la claridad transparente.
- Este cultivo se logra por medio de la atención plena y la investigación. O sea, meditación.

En el sitio de Kenneth Folk, encontrarán unas excelentes instrucciones básicas de meditación.

Por favor, sugieran sus métodos para deshacer nudos energéticos =)

Si detectan algún error en esta disertación, por favor señálenlo en los comentarios ;)

lunes, 19 de julio de 2010

Meditación 24 horas/365 días del año


Sí, uno puede hablar y meditar al mismo tiempo, uno puede cantar y meditar al mismo tiempo. Reir, comer, caer por la pendiente de una montaña rusa, lo que sea puede ocurrir mientras uno se encuentra en meditación. Ese es el objetivo de todo esto. No se trata de que la meditación quede confinada a un "espacio" en el día.

Yo recomiendo que se fije un horario de práctica (por ejemplo en la mañana o a medio día), pero lo que quiero decir es que la experiencia meditacional y lo que aprendemos en esta debe impregnar poco a poco nuestras actividades y demás momentos. Este proceso (el de llegar poco a poco a vivir completamente en meditación) debe realizarse de forma gradual. No sucederá de un día para otro.

Si eres principiante y comienzas con el cultivo de consciencia de la respiración, posiblemente descubras que puedes cambiar tu atención de la neurosis a algo más ordinario como tu inhalación y exhalación. Llévate esa sabiduría a tu vida. Una de mis primeras alumnas usaba la atención a las mesas, a las sillas, al piso, a lo que sea, justo cuando las ganas de ahorcar a su exnovio aparecían. Sí le funcionó.

Si expandiste tu consciencia y te diste cuenta de que esta no tiene límites, ¿de qué te sirve eso? Es inútil darte cuenta de que todo esto es una mente gigante si no usas ese insight para mejorar tu experiencia: si en meditación viviste en carne propia que todo es una consciencia infinita, usa esa experiencia para comenzar a cambiar tu comportamiento fragmentado del resto del universo.

Si en meditación percibiste que tu "Yo" es un suceso más que es parte de algo infinito e inmenso, comienza a disolver la solidificación de tu ser. Vuélvete maleable como acero derretido.

La libertad no es la destrucción de la forma. La libertad es la flexibilidad resultante de soltar todo lo que surja en el universo. Hasta uno mismo, hasta lo que suelta, hasta la apertura misma. Lo que queda es una "sustancia" infinitamente destilada, infinitamente flexible, infinitamente clara y luminosamente transparente.

¿Y luego? Luego, en ese estado, hay respeto por todo, acción precisa, acción paciente, comprensión, sabiduría, etc.

jueves, 15 de julio de 2010

El arte de morir


"Conditioned existence is merely a label"
- Longchen Rabjam

Venimos aquí a morir y eso es maravilloso. De hecho, mientras más rápido, mejor.

Obviamente hablo de morir en vida, de morir en meditación. Uno se sienta, establece cierta calma con mindfulness (pa' dejar de escaparse) y luego uno comienza a morir. Al principio se siente horrible. Impensable. Ilógico. Pero de eso se trata: de dejar de ser como hemos sido hasta ahora. Si uno es sincero en esta muerte, uno sin duda sentirá algún tipo de temor. Está bien. Así tiene que ser. El miedo, como todo, también muere.

Debemos morir para que el verdadero orgasmo cósmico ocurra. ¿Te duelen los chakras? Qué bueno. Significa que llegó tu hora de morir. ¿El del corazón? Ok, que muera el miedo a sentir emociones, miedo a perdonar, a tener compasión. ¿La garganta? Adios al miedo a ser sincero, a decir lo que realmente quieres decir, adios a las ganas de hacer mierda a la gente con astucia o agresión verbal.

¿Te duele el tercer ojo? Uff. Adios a ti amig@. Sea lo que sea que quieras controlar, adelantar o asegurar, no es otra cosa más que un estorbo que se anidará en el entrecejo. Sin duda te ha llegado la hora de morir. Morir convencionalmente claro.

Pero esta muerte debe ser gradual, paciente, precisa y sin duda con práctica. Por que (como ya lo habrán predicho) seguro querremos suicidarnos. Nadie queda exento de este tropiezo. Ok, casi nadie. De vez en cuando hay anomalías como Sidhartha, personaje que (según cuentan los sutras) no se le ocurrió profanar la muerte natural. El resto de los mortales actuamos como brutos en esto de aprender a cesar.

So, en resumen, para morir bien, en meditación, debemos:
1) Descubrir todas nuestras ganas de querer ser eternos
2) Perder el miedo a morir
3) Permitir el morir natural SIN METER MANO

Pa' los que se basan en el paradigma "Dios-hij@s de Dios": se trata de morir en Dios. No de que este venga a salvarnos o a mejorar todo. Eso pasa después de que decidimos morir en lo divino. Sé que esto que diré es bien peligroso pero meeeh, cada quien se hace responsable de su propia mierda: se trata de una devoción a Dios que ahogue por completo lo que crees que eres. Después de esa muerte, si todavía estás ahí, tienes que volver a echarte un clavado a la alberca infinita de luz.

Muramos pues.

miércoles, 14 de julio de 2010

Cómo meditar según los gatos


Hace tiempo escribí un post que proporciona un mapa de la meditación. Un poco antes escribí algunas aclaraciones sobre la meditación, post que tuvo como objetivo eliminar malinterpretaciones.

Es tiempo de darle una refrescada a la práctica. Además, debido a que tengo mis clases de meditación grupal en pausa, esto seguro les servirá por el momento.

Disclaimer: hay miles de técnicas de meditación. La que proporciono a continuación no es la única. De hecho, es probable que en el futuro hable de otra completamente diferente a esta.

1) Descansa tu atención en un objeto (por ejemplo un florero frente a ti)
2) Con naturalidad y de forma relajada mantén tu atención en el florero.
3) Cuando un pensamiento te distraiga, con cariño regresa tu atención al florero.
4) Expande tu atención por medio de una suma de componentes de la realidad: ¿qué hay alrededor del florero? Seguro hay una mesa. Ok, ahora presta atención al florero y a la mesa al mismo tiempo. Esa es la suma. ¿Qué más puedes sumar? La mesa, los demás adornos, las sillas, los cuadros, las paredes. Hasta tú mismo te puedes sumar (sí, eres una cosa más que está alrededor del florero). Haz la suma perceptual. Percibe todo lo perceptible al mismo tiempo.

Ya. Esa es la técnica.

Veo venir el obstáculo: "Si quiero percibir las paredes, tengo que dejar de prestar atención al florero."

Los gatitos nunca quitan la mirada de su objeto de atención. Sólo mueven las orejitas cuando escuchan algo extraño por ahí pero su mirada se mantiene. ¿Podemos hacer lo mismo? Claro: Observa el objeto y escucha lo que sea que suene, al mismo tiempo. Inténtalo. Con práctica y paciencia seguro lo lograrás.

Mover las orejas es otra cosa.

¿Por qué hacer esto?
Al practicar una y otra vez la percepción simultánea de este momento y sus componentes, abandonas una y otra vez los hábitos mentales que generan toda clase de mierda emocional. Además, cultivas desapego. Aprendes a soltar todo lo que se tenga que soltar.

Percibe de forma simultánea este momento tridimensional y sus componentes, diariamente, y la neurosis se erosionará poco a poco. Podrás estar en sintonía con el movimiento, cambio y evolución de este momento.

Serás cambio
y, por lo mismo, no serás algo atorado.

Sólo hazlo. Así como el maestro zen de la foto.

lunes, 12 de julio de 2010

Cómo pulir la realidad


Cuando recorres las rutinas del día (saludar a tu pareja en la mañana, recibir al del gas o la basura, llegar al trabajo y saludar a tus compañeros), en realidad no recorres un trayecto genuino. Todas tus rutinas están decoradas con tus historias, juicios o ideas.

Tu pareja ya trae un significado pegado en la cara: "bienestar", "molestia", "alegría", "repulsión" o "rutina".

El de la basura puedes identificarlo como "el señor útil", "amable", "sucio", "humilde" o "inferior". Su ropa, su cabello, su actividad (recoger basura), todo eso está lleno de significado que le impones como una calcomanía.

Incluso, esto ocurre cuando ni siquiera hay personas. Si vives a solas, el llegar a una casa vacía puede representar todo tipo de cosas: "libertad", "depresión", "hastío", "paz", "claridad", etc.

En el trabajo puede que haya personas a las que nunca les has dirigido la palabra, pero de alguna forma, ya sabes quiénes son (o eso crees). El "insignificante", la "apretada", el "productivo" o "el que me cae bien". Estas calcomanías de significado condicionan nuestra percepción. Nuestra visión es ofuscada por toda clase de filtros conceptuales.

¿Cómo vamos a cambiar nuestra conducta nociva si vivimos regidos por todas estas conceptualizaciones impuestas sobre la realidad?

Tal vez logremos ser "buenas personas", pero llegar a ese punto ético y mantenerlo, será una tarea demasiado cansada por que nuestra mente está regida por otras instrucciones.

Estas instrucciones provienen de todas las calcomanías conceptuales que imponemos.

Si yo considero el rostro de mi pareja como el de alguien frágil, ¿cómo la trataré? ¿De qué forma le hablaré? ¿Cuál será la calcomanía conceptual que encarnaré?

El trabajo espiritual, entonces, es descubrir toda la decoración conceptual que hemos colocado sobre cada persona, objeto, momento o lugar y, después, ser libre de sus protocolos.

El problema no son las calcomanías, el problema es la esclavitud a las instrucciones de las calcomanías.

Mientras no reconozcamos toda la imposición conceptual sobre la realidad, nuestra libertad es un mito: es un títere controlado por órdenes de miles de calcomanías.

Observa la realidad, descubre las calcomanías y échales el solvente de la consciencia para despegarlas. Seguro hay algo más auténtico debajo de todo eso.

Practicantes avanzados: cuidado, el ser sin calcomanías puede ser una calcomanía más.

miércoles, 7 de julio de 2010

Star Wars, gerundios y meditación


Al manejar tu automóvil, "manejando" es la meditación.
Al conversar, "conversando" es la meditación.
Al pelear, "peleando" es la meditación.

Al reconocer los gerundios en nuestras actividades, se revela la acción indefinible y sin agente. Eso explica por qué se evita el gerundio en la redacción de revistas populares: es difícil generar una imagen de tal conjugación y, por lo mismo, se usan alternativas.

Pero es precisamente la carencia de imagen en nuestra mente lo que desmantela la neurosis e ignorancia.

"Peleando" es una cosa indefinible la cual es inubicable en el tiempo o espacio. "Peleando" está confinado al infinitamente diminuto "ahora": suceso que evidentemente es inencontrable. Si se reconoce que no hay suceso, se desmorona el apego a la manifestación de los "peleadores".

Vivir en gerundios, entonces, es la permanencia en el suceso que no nace, perdura o cesa.

En realidad nada nunca ha nacido, perdurado o cesado.

¿Significa esto que debemos eliminar las demás conjugaciones, agentes y demás componentes definidos del lenguaje?

Por supuesto que no.

Si vivimos en gerundios sin las demás manifestaciones verbales sin duda hay un error. Nos desconectamos de la realidad y caemos en la catatonia espiritual. Un engaño más. Hacen falta los "yo", "tú" "ustedes", etc. Sólo debemos reconocer que los pronombres y demás acciones visibles, en esencia, nunca nacen, duran o cesan. Tal y como los gerundios.

La acción sin agente es la acción con agente. Eso es meditación perfecta: nacimientos, duraciónes y muertes aparentes de sucesos que no nacen, duran o mueren.

Todo es un holograma: cada sensación, percepción, sentimiento, acto, forma, gusto, disgusto, etc. en realidad sucede sin suceder.

Pero eso ya lo sabíamos. =P

lunes, 5 de julio de 2010

La sabiduría de los locos


Cuando hay ira, hay presencia en exceso. Es tanta la presencia que ofusca por completo nuestra visión. No hay percepción alguna de lo demás por que nuestra paz es profanada por un canibalismo multidireccional. Si hay alguien que recibe nuestras agresiones, todos sus gestos de coraje, desapruebo, angustia y dolor los consumimos al instante. Nos apropiamos por completo del sufrimiento del otro. Mientras más grande su dolor, más grande nuestro deleite. Se siente bien asumirse una bestia imparable.

Curiosamente, cuando hay algo de consciencia en nosotros, nace una pequeña guerra en nuestro interior. Algo dice "esto está mal" y al mismo tiempo sentimos un hirviente "muérete hijo de puta". En ese segundo vivimos un absurdo a su máximo esplendor.

Ese momento es oro puro. Es el momento perfecto para crear un corto circuito y sabotear el funcionamiento del infierno.

La llave es ser ilógico.

La incoherencia en medio de la lógica de la ira es divinidad en acción. En el duelo a muerte ser el tonto es el milagro. Ese segundo de delirio sin forma es lo que te puede salvar la vida. Es corto y muy escurridizo. Puedes prescindir de esa oportunidad en un abrir y cerrar de ojos. Si lo haces, lo siento por ti y el otro.

Pero si aprovechas la dimensión sin reglas, la luz brillará más que nunca. No habrá heridos.

jueves, 1 de julio de 2010

Existencia atrofiada


La esclavitud es como tener los músculos atrofiados. Intentas moverlos y sientes dolor. Optas por no moverlos y regresas a la posición inicial. Esa es la zona de confort de los músculos.

En la vida ocurre lo mismo. El comportamiento se remite a permanecer en zonas de confort: cualquier cosa fuera de la rutina duele. Nuestras capacidades más allá de las zonas de confort están atrofiadas.

Cuando me rompí el brazo lo tuvieron que enyesar. Después de que me quitaron la piedra de yeso, no pude mover mi brazo en un buen rato. Comencé a hacer ejercicios terapéuticos, pero aun así era difícil. Así es el sendero espiritual: un camino de ejercicios terapéuticos para "desatrofiar" nuestro ser.

El "yo" está atrofiado. No tenemos que destruir al yo, sólo aflojarlo para que quede flexible y maleable. Lo que queda es el bodhisattva.

La soberbia es la dureza del orgullo. No tenemos que deshacernos del orgullo; sólo tenemos que permitir que este se impregne en nuestro ser con sinceridad. Ahí está el ser auténtico.

En las artes marciales hacemos esto todo el tiempo. Repetimos patadas, golpes, bloqueos, etc., una y otra vez, para que nuestras extremidades, articulaciones y músculos se desatrofien y puedan ser armas libres y rápidas. Un golpe o patada que es como látigo es un golpe o patada libre. Por el contrario, uno que se realiza con demasiado esfuerzo es un golpe esclavo. Está condicionado por endurecimientos.

Al aprender a tocar un instrumento musical hacemos lo mismo. Después de miles de escalas y arpeggios, los dedos se liberan y uno los puede mover al gusto con armonía y ritmo.

El meditador tiene que aprender a meditar en movimiento. Si sólo hay práctica sentada, tal vez descubra todos los "músculos espirituales" atrofiados, pero para desatrofiarlos debe realizar toda clase de ejercicios. En el post anterior hablé de algunos. Aquí mencionaré otros de forma más sintetizada:

- Ejercicios mentales: atención plena, renuncia al control, expansión de consciencia, etc.
- Ejercicios físicos: meditación al caminar, yoga, deportes, artes marciales, danza, etc.
- Ejercicios cognitivos: redescubrir la mente en cada sentido (vista, gusto, olfato, etc.)
- Ejercicios de percepción: aprender a ser libre de gustos y disgustos (sin eliminarlos)
- Ejercicios de acción: acción libre del exceso de control.
- Ejercicios verbales: hablar sin imponer, responder lo necesario, evitar conversaciones codependientes, etc.

Esa es parte de la práctica. Esa es la terapia que desatrofia al ser.

Somos un musculote del universo atrofiado. Al liberar cada fibra, lo que queda es un ser que se mueve libremente. Como una llama, como un trompo, como un globo en el cielo.

¿Qué hacen ustedes para desatrofiarse?

miércoles, 23 de junio de 2010

Sendero a la iluminación, The Ride


Desde hace años mi intención ha sido realizar mi iluminación en esta vida. No me preocupa si eso no ocurre. Desde hace años dejé de escuchar las voces externas e internas que afirman que mi intención era una locura. Gracias a esa intención, mi vida ha mejorado de formas que no imaginaba. Los despertares espirituales son recurrentes, diversos y profundos. Muchos son dolorosos (física y psicológicamente) y otros son muy placenteros y amorosos.

Así es la espiritualidad que conozco. Es como una montaña rusa. Recomiendo ampliamente esta viaje de dolencias y placeres, de ascenciones y caídas. No le he encontrado mejor sentido a la vida que este. Este post habla de cómo subirse a este "ride" cósmico.

Primero unas definiciones:

La iluminación la defino como el fin de los patrones nocivos, fin de la ignorancia y como la realización de nuestra naturaleza divina para el beneficio de todos los seres. Amo este ideal más que cualquier otro.

Un despertar espiritual lo defino como un vistazo de nuestra naturaleza divina. Este despertar puede ser sutil o abrumante. Pequeño o grande. Sin duda es cotidiano y ordinario y de repente "místico". No conozco experiencia más sanadora que esta.

Obviamente, los despertares ocurren antes de la iluminación.

De forma muy sintetizada, para que ocurra un despertar o iluminación, deben ocurrir dos procesos neciamente:

1er proceso: el freno
Lo primero que tienes que hacer es "aflojar la carne". Cada músculo en nuestro cuerpo, cada neurona en nuestra mente, cada movimiento de energía sutil en nuestro interior sigue patrones nocivos, repetitivos y con inercia. Lo mismo ocurre con las estructuras mentales. Así ha sido toda nuestra vida. La solidificación de dichos patrones es tan densa que nuestra libertad ha desaparecido por completo. La mente hace lo que quiere, el cuerpo hace lo que quiere y la energía sutil también. La voluntad, tal y como la conocemos está sujeta a las órdenes de los patrones físico-anímico-energético-psicológicos.

Claro, podemos engañarnos y afirmar que nuestra libertad existe y que escogemos libremente actuar acorde a los patrones. Todos hacemos eso. Pero cuando queremos salirnos de esos patrones, es ahí cuando la libertad cobra otro sentido y se nos revela que en realidad estamos atrapados.

El sendero espiritual tiene como objetivo proporcionar libertad genuina. Para lograrlo, se deben reconfigurar los patrones de forma gradual, con cariño, con paciencia, con perseverancia y consistencia. Tal reprogramación al principio es cansada y dolorosa. Después ya no tanto.

Primero es necesario identificar los patrones más problemáticos. Si no hacemos esto, el proceso de transformación espiritual será lento o nulo. Podemos pasar toda nuestra vida en esto de la espiritualidad sin un cambio sustancial. Podemos ingresar a mil samadhis y desarrollar toda clase de estados alterados sin desmantelar los patrones nocivos de raiz.

Entonces, los pasos de este primer proceso son:
1) Conocer los disparadores de los patrones nocivos. Esto se hace prestando atención.
2) Deducir los patrones nocivos. El disparador sugiere la otra parte: lo disparado en nuestro interior.
3) Aceptar con cariño la presencia de lo disparado. O sea, sentir los patrones, darles espacio.
4) Dejar de alimentarlos. Permitir que cesen, que mueran y que desaparezcan.
5) Repetir secuencia cuantas veces sea necesario. Los patrones son tercos.

Si te saltas el tercer paso corres el riesgo de volverte un nazi espiritual que no tolera en lo más mínimo las fallas. Cuidado. Date chance, espacio, cariño y paciencia. En serio. Ya pasé por ello y me lastimé así como a otras personas.

El cuarto paso es la valiosísima y necesaria joda. Ese es el freno. Es amor propio puro sin una gota de egoismo. Si sientes que te traicionas cuando ya no sucumbes ante las ganas de hacerte daño o a los demás, vas por buen camino.

El revelador y refrescante surgimiento de la calma
Después de un tiempo, como sucede con todos los hábitos, estos se vuelven naturales y espontáneos. Los patrones saludables (como por ejemplo dejar de alimentar la codependencia, la agresividad o soberbia) ya no se sienten como traición sino que suceden sin esfuerzo, los episodios de angustia se reducen de forma considerable. Lo que queda es un mar de paz la cual no ocurre por medio de la voluntad humana.

Esta experiencia es extraordinaria y sumamente ordinaria.

Es tan grande esa tranquilidad que desconcierta. No hay nada qué hacer. De repente nos encontramos frente a la famosa hoja en blanco y no sabemos qué hacer con ella.

De repente estás lleno de paz y cualquier camino te resulta el mismo. De repente revives los rituales conocidos e inofensivos (como ir a las reuniones de antiguos amigos, o escuchar esos viejos discos que durante años te sacaron emociones). De repente inventas proyectos nuevos. Revives empresas viejas. Pero la paz no se va. Ahí sigue como sombra omnipresente: adelante hay paz, atrás hay paz, en la mañana, noche, en todas las ciudades que visitas. Ahí sigue, necia como sombra.

Hasta que se te ocurre dejar de luchar con ella y voilà, descubres la consciencia expandida. Háganse un favor y sométanse a tal proceso. O por lo menos prueben la secuencia para verificar si en verdad sirve.

2do proceso: la meditación
Un amigo de Argentina y yo hemos bautizado a la meditación como "la sensación 'me falta algo'". Ese es el estado. Cuando sentimos que nos falta algo, ahí está. En nuestras narices tenemos el famosísimo shunyata, rigpa, mente del Buda, la morada de Brahma, el espíritu santo, etc. En este instante, ahí está.

La sensación "me falta algo" no se acaba. Brota, brota y brota. El problema es que no nos sintonizamos con esa fuente de nectar omnipresente. El problema es que la percibimos como algo desagradable que debemos eliminar con consumos de lo que sea (entretenimientos, dramas, triunfos, fracasos, problemas, anestesias, euforias, orgasmos, depresiones, sustos, adrenalina o corajes).

El famoso "regreso" a la fuente
Sí, el cliché es real: el Edén siempre ha estado aquí. Si llevamos a cabo el primer proceso (el freno), nos daremos cuenta de que la paz siempre ha estado ahí y nosotros nos hemos empeñado en huir de esta.

Ahora bien, supongamos que hacemos las paces con la paz (ja!). No pasará mucho tiempo para darnos cuenta de que el alcance de los patrones nocivos es profundo. Muy profundo. Los vicios, escapes y adicciones en realidad son sutiles. Nos percatamos de que se manifiestan de formas infinitas. Descubrimos que las adicciones impregnan cada milímetro de nuestro cuerpo, comunicación y pensamiento, y que estas son sólo movimientos recurrentes. ¿Qué mueven? Nuestra naturaleza divina. ¿Cómo es este movimiento? Confundido. Muy confundido y nocivo. hace que nuestro cuerpo y mente olviden cómo funcionar de forma sana.

Somos divinidad confundida y nociva que no sabe que es divinidad.

Contemplación y yoga
Comunicarle a cada célula de nuestro cuerpo y mente que en realidad son naturaleza divina no es cosa fácil. Pero sí es posible por medio de prácticas como la meditación y el yoga. La meditación, en resumen, consiste en observar, descubrir y liberar los conceptos confundidos. Por otra parte, el yoga tiene el mismo objetivo pero en el plano físico.

Sé que muchos ya lo saben pero lo repito para las personas que apenas se acercan a estos temas: yoga es meditación.

Después de aventarte un ejercicio yóguico el resultado es el Edén físico (o "relajación profunda"). Después de una práctica de atención plena sostenida (shamatha), el resultado es el Edén intangible (samadhi, kensho, jhana, etc.).

Naturalmente, la etapa postmeditación o postyoga poco a poco es permeada por confusión y patrones nocivos. Por ello debemos meditar o practicar algún tipo de yoga constantemente. Una naturaleza confundida se cambia con otra naturaleza despierta.

¿Es yoga el único ejercicio físico que puedo usar para purificar mi cuerpo de confusión? No. Cualquier ejercicio funciona, el requisito es que la intención sea la que mencioné arriba: ponerle fin a los patrones nocivos, a la ignorancia y, como resultado natural más allá de nuestra voluntad, realizar nuestra naturaleza divina para el beneficio de todos los seres. Gracias a sus raíces budistas, las artes marciales están en perfecta sincronía con este objetivo. La danza no se queda atrás.

Freno y meditación simultánea
Algunos alumnos me han preguntado si se puede acelerar un despertar o iluminación. Respondo sin duda que sí.

¿Cómo? Hay miles de formas. Yo sugiero una combinación de los dos procesos que acabo de describir: abandona con cariño los hábitos nocivos y despierta el Edén que eres en meditación.

El freno facilita el despertar, el despertar facilita el freno.

Conozco otro método que acelera este proceso: se llama tantra. No obstante, es muy muy cansado, difícil, complicado y requiere de un gurú a fuerzas. Llevo casi tres años estudiando esa cosa. Definitivamente el que inventó el tantra no es de este mundo. Seguro en un futuro habrá métodos más evolucionados y pulidos que el tantra actual. Espero formar parte de esa reingeniría tántrica. Mientras tanto, practiquemos los métodos milenarios.

En fin, los invito a fijar como meta la iluminación aunque esta no suceda en esta vida. Es la mejor montaña rusa que conozco.

martes, 15 de junio de 2010

De la pérdida hacia la libertad


La tanatología tiene mucho que ver con la práctica de meditación. De hecho, es una disciplina casi idéntica a la enseñanza budista sobre la impermanencia.

En tanatología aprendemos a recibir con amor todos los finales y sus implicaciones y, por otra parte, a reconocer los terrenos fértiles que dejan los cambios repentinos.

Algunas veces los trabajos terminan, las vacaciones se acaban y las relaciones de pareja se disuelven. Gracias a las herramientas que la tanatología nos brinda, tales pérdidas no se reciben con miedo o aversión. Al contrario, se acogen con mucho cariño y entendimiento.

Por supuesto la tanatología también nos ayuda con las pérdidas de los seres queridos. Pero este taller sin duda tiene más que ofrecernos: nos enseña a vivir, a sentir, a reconectarnos con los demás, a perder el miedo y a dejar de evadir nuestra naturaleza.

Por eso y más, los invito al Taller de Tanatología: De la pérdida hacia la libertad, impartido por una gran amiga, Daniela Contreras Braham. Confío plenamente en sus enseñanzas y capacidades como tanatóloga.

Cuando tomé su taller, ella me recordó el gran valor que tienen las relaciones que tengo con mis seres queridos. Me recordó que mantener un resentimiento profundo con algún familiar es un grave error por el simple hecho de que el fallecimiento de cualquier persona es incierto. Ahora trato de estar siempre en armonía con mi pareja, familia y amigos.

Además de la exposición de Daniela, habrá una plática introductoria sobre Biomagnética (terapia que induce al cuerpo a recuperar sus frecuencias electromagnéticas naturales) impartida por el hermano de Daniela, Rodrigo Contreras Braham, y también una introducción a la meditación laica impartida por mí.

Para más información, denle un clic a la imagen de arriba. Ahí encontrarán la dirección de correo electrónico de Daniela y su teléfono.

Espero verlos ahí.

lunes, 14 de junio de 2010

Más allá de las adversidades


Cuando hay confianza genuina, confianza que no necesita evidencia, no importa el tamaño de la tormenta.

No importa:
- Los inevitables y numerosos fracasos
- Las incontrolables variables del universo
- La duración de nuestra vida
- La inmediatez de la muerte
- Las miles de veces que fallaremos
- Las numerosas recaídas
- Los miles de errores que cometeremos
- Los miles de errores que cometerán nuestros ídolos
- La carencia de instrucción o dirección
- La ausencia de claridad en los momentos de angustia
- La inmensidad del "silencio" de lo divino
- Los necios y recurrentes nudos en nuestra alma
- La ilusoria "lentitud" de nuestro avance
- Lo atemorizante de los territorios inexplorados de nuestra mente
- Las críticas propias y externas
- Lo "avanzado" que van otros
- Lo "atrasado" que van otros
- Los estragos de las neurosis propias y de los demás
- La soledad, la tristeza y la impaciencia que regresa una y otra vez
- La inmensidad y oscuridad de la incertidumbre
- La necedad del vacío existencial

Cuando la intención es pura y sincera, cuando hay confianza que no requiere evidencia, no importa el tamaño de la tormenta. Que suceda lo que tenga que suceder.

miércoles, 2 de junio de 2010

Secretos meditativos de los ninjas


Ok, este post no habla de técnicas de invisibilidad ninja, pero sí del arte de desaparecer egocéntricamente ;)

Si te mueves a la izquierda, dejas una estela detrás de ti. Si te mueves a la derecha, lo mismo ocurre. Si quieres calmar el oleaje, ese "querer calmar" crea más olas. Tanto lo que se mueve como las olas son karma.


La primera vez que me di cuenta de este movimiento desesperado fue cuando quería cambiarme de país para irme a vivir con una chica. Recuerdo que una amiga me dijo que percibía una fuerte obsesión en mis actos. Me dolió escuchar eso. Estaba literalmente esclavizado a esa desesperación. Pero a pesar de que me di cuenta de que tanta impaciencia era nociva, ese movimiento tenía inercia propia. Debía esperar a que las olas se calmaran por sí solas. La imagen era tan clara: corría para todos lados, hacia los extremos, de la felicidad al sufrimiento, del dolor a la alegría, hacia arriba y hacia abajo. No había fin.

"¿No te cansas Alejandro?" Me preguntó mi psicoanalista cuando le conté sobre esto.

Le respondí que sí.

En ese momento solté las cuerdas. Solté mi plan, mi estrategia y mis objetivos. Más allá de deprimirme por que había renunciado a cambiarme de país, sentí un alivio tan grande. Las aguas se calmaron poco a poco. El agente que movía las aguas comenzó a desaparecer.

Para llegar a tal invisibilidad podemos comenzar con soltar las cuerdas de lo que no podemos cambiar o controlar.

Si caminas sobre la nieve, dejarás huellas. Si intentas restaurar la planicie de la llanura nevada, dejarás nuevos rastros encima de los rastros viejos. Tanto el que camina como los rastros son karma.

Ayer una compañera budista mencionó en Twitter que no le gustaba la palabra "discípulo" porque esta la remitía al cristianismo. Algo muy similar me ocurre con la palabra "bendición". Aunque sepa que mi maestro espiritual habla sobre bendiciones en un sentido libre de falsedad o confusión, me desagrada la palabra porque me remite al fanatismo católico de México y este, a su vez, me lleva a la repulsión que sentía por la hipocresía de los católicos. A pesar de que ahora reconozco el gran valor de las religiones abrahámicas, es difícil que esas impresiones de mi infancia se borren por completo. No me preocupa, pero sé que si le declaro la guerra a tales huellas kármicas en mi torrente mental, sin duda desarrollaré una nueva aversión (esta vez en contra de los anticatólicos) que causará más problemas.

Las huellas se borran con el tiempo siempre y cuando estemos sintonizados con la impermanencia de las cosas. O sea, cuando meditamos.

Si permaneces quieto, el resto del universo te deja atrás. Si te adelantas, el universo entero queda atrás. Ambas decisiones te transforman en un relieve muy evidente condenado a tener fricciones con el universo.

Me temo que todos los novatos meditadores caemos en este error. La paz de las absorciones meditativas fue tan deseada en años anteriores de mi vida, que al llegar a esta fue difícil (por unos momentos) continuar con el desarrollo de los proyectos personales de vida. Cuando la meditación comienza a permear la experiencia, todo se vuelve tranquilo y apacible. Tanto que uno ya no se quiere mover.

Afortunadamente sabía de la existencia de esa trampa: por un lado tenemos el impresionante, pácifico y activo Dharmadhatu y por otro un estado estupefacto e inerte de la consciencia. Gracias a Dios el karma existe (ja!) y este me dio mis urgentes cachetadas pa' despertar del "sopor aeternus".

En la tradición Mahayana del budismo, uno de las prácticas consiste en desarrollar la perseverancia y entusiasmo. Amo esa enseñanza. La tentación de quedarse en la gigante paz de mi mente no desaparece, pero dicho entrenamiento me recuerda que la entrega completa a las actividades de mi vida es un orgasmo multidimensional incesante. En verdad lo es.

No creo que sea necesario describir las repercusiones del impaciente que se adelanta al universo, pero sólo diré que tanto el que se adelanta como las personas interdependientes al adelantado se estrellan con el incambiable ritmo de la realidad.

Entonces, por un lado tenemos chapoteos excesivos y huellas kármicas y, por otro, una quietud aletargada y una impaciencia adelantada que da duros golpes.

Todo ello causado por un agente.

¿Acaso sugiero que para evitar algún karma de este tipo uno debe actuar sin agente?

Así es. Eso es lo que hacen los ninjas: al actuar sin agente se vuelven invisibles.

Otras formas de llamarlo son:
- Movimiento sin ir y venir
- Quietud activa

O como le dije a una de mis alumnas: Zen on fire.

¿Y cómo se actua sin agente?
- Primero medita
- Luego, en meditación, te darás cuenta de que te aferras a la mente y al cuerpo
- Después, si no te asusta soltar tu mente y cuerpo, los dejarás ir y descubrirás que no eres algo definido (como el agitador de aguas o caminante que deja huellas kármicas) sino que eres indefinido.

De ahí en adelante, cualquier acción provendrá de un ser indefinido y eso, amigos, es libertad de la temida ley de causa y efecto: No importa que tanto te muevas en el océano, no dejarás ni una sola ola kármica, ni rastro alguno.

Tal y como los mercenarios japoneses realizaban sus actividades sin ser vistos y sin dejar pistas.

Anda, medita.

sábado, 15 de mayo de 2010

Herejía moderna


Llevo 20 años escuchando música "del diablo": black metal, death metal, darkwave, gothic rock, death rock, hard-elektro, industrial, ethereal, doom, hardcore punk, crust, noise... La lista de géneros musicales de este tipo nunca termina. Todo lo que tenga que ver con esa penumbra artística seguro lo he consumido y si no, seguro lo haré en algún momento de mi vida. Mis padres siempre se han referido a todo ello como "esos ruidos". Mucha gente se ha preguntado por qué tengo ese gusto tan poco colorido. Yo también me lo he preguntado y con certeza puedo afirmar que no hay una razón particular. Ahora sólo respondo que es un gusto tan inexplicable como el placer por el helado de chocolate o vainilla.

Más desconcertante resulta para muchos que yo sea budista, hinduista, vedantista, cristiano, meditador, o 100% espiritual y (al mismo tiempo) un ávido consumidor de estos productitos culturales de Satanás. Recientemente adquirí un libro sobre magia que sin duda sería tomado (por lo menos por la comunidad católica) como evidencia de que soy un aliado de las fuerzas del mal. Pero la verdad es que soy cómplice de cualquier tipo de fuerza o energía. Si no lo fuera, no habría ningún tipo de despertar en mi vida. Me pregunto qué pensarán mis amigos metaleros satánicos, anticristos o ateos sobre mi gran interés por su chivo expiatorio favorito.

En fin, nada de la música macabra que escucho hoy en día realmente ha sido la causa de mis sufrimientos. La única causa de mi dolor en esta vida ha sido la ignorancia, mis circunstancias y las adicciones resultantes. He sido hereje tanto para los devotos a la luz como para los anti-seres de luz. No me ha caído ningún rayo. Al contrario. He descubierto tantos tesoros en las perspectivas excluidas que sin duda recomiendo ser hereje en aras de promover un despertar espiritual.

Más allá de mis experiencias, me gustaría hablar de otros actos herejes que viven en la espiritualidad occidental hoy en día. Creo que si los exponemos, estos dejarán de ser obstáculos en nuestro sendero espiritual.

1) Dioses en el budismo Hace unos días leí un post sobre una de las metáforas perdidas del Buda en donde se habla de los estados sublimes denominados como Brahmavihara. La traducción literal de dicho término sería algo así como "estando con Brahma" o "morando con Brahma". En el post se especula que el Buda usó esa palabra, cuando enseñaba el Dharma a un grupo de brahmanes, para referirse a los estados de bondad amorosa, compasión, alegría empática y ecuanimidad. El Buda dijo que ser amoroso, compasivo y demás era como estar con Brahma, es decir, en unión con un Dios. Después, el autor del post sugiere que algún monje compilador de enseñanzas del Buda alteró el final del discurso sobre los Brahmaviharas para que no se acusara al Buda de contradictorio (ya que se supone que los budistas nos son teistas). Pero, si hay algo que el Buda sabía hacer era adaptarse a las circunstancias para enseñar el Dharma. Usar la metáfora "estar con Brahma" fue la mejor forma de enseñar a los brahmanes lo que es el amor inherente a la vacuidad de la mente universal que el Buda experimentaba. Pero gran parte de los budistas posteriores (y actuales) estarían en desacuerdo con tal suposición. Para ellos no sería posible hablar de una unión con un Dios por que eso sería como estar unido a un ser divino encarnado (y por ende condicionado a la impermanencia, karma y al sufrimiento). Por ello, hablar de unión con Dios en el Budismo es uno de esos actos condenables por la élite dhármica. No obstante, para el budista que realmente ve más allá de los dogmas del Pali Canon, es evidente que el Buda mismo hablaría no sólo de Brahma, sino también de Jehová, Alá u otros nombres que apelen a lo sagrado, si las circunstancias lo hubiesen requerido. Es absurdo aferrarse a una vacuidad de la realidad como si fuese esta el único Dios válido.

2) Temor al ego Una y otra vez se ha satanizado y tratado a este concepto (sí, es un concepto) como si fuese el enemigo número uno de la humanidad. He hablado de liberación de egocentrismos, egoismos o redundancias del ego, pero al mencionar esos términos me refiero a la cualidad nociva del ego, no a su lugar esencial en la realidad fenoménica. Hace tiempo escribí sobre el peligro de la no existencia del ego y enfaticé que querer eliminarlo era como hacer un hoyo en el universo. Tal empresa es una joda para uno y para todos los demás que nos rodean. El temor al Ego no es otra cosa que perfeccionismo agresivo. Además, ¿cómo disolveríamos los egoismos si no permitimos que se manifiesten? La yo-idad es un ingrediente necesario para el despertar. Si afirmar que poseemos un ego es un pecado, que así sea.

3)
Temor a la dualidad Esto es muy similar al miedo anterior. La mente no-dual depende de la dualidad. El principio del mandala (representaciones del marcocosmos y microcosmos) no funciona sin una percepción de la yo-idad. Una consciencia panorámica no se revela si excluimos a los particulares. Aun si en nuestra práctica de meditación se desvanencen los puntos de referencia o "agarraderas", la realidad visible es la otra cara de la invisible: dual al final del día. Por ello, la individuación o diferenciación que proponía Jung debe ocurrir para que haya un yoga genuino con lo sagrado. De lo contrario estaremos engañándonos con estados del ser catatónicos, ilusorios, grises y confundidos.

4) Seguir a Dios o al Cristo Hace unos años, al escuchar punk rock "radical", me percaté de lo fascista que es denigrar a las personas religiosas en las piezas musicales de estos músicos rebeldes. Lo cual es muy contradictorio si recordamos que las personas subversivas de este tipo por lo regular están en contra del fascismo. Sí, la santa inquisición y los terroristas religiosos han sido una atrocidad. ¿Pero qué tiene que ver la ignorancia de los fanáticos con una tradición espiritual que ha sido malinterpretada? Al parecer si eres devoto al "Padre nuestro que está en el cielo" y a Jesucristo, eres automáticamente un asesino que caza herejes para torturarlos hasta la muerte. Si te declaras judeocristiano al parecer ello significa que eres un ciego, sordo, idiota, borrego o sin la capacidad de razonar con precisión. No abogo por que las personas se vuelvan cristianas. Más bien es mi deseo que haya respeto hacia cualquier persona que siga con fervor estas enseñanzas y, por otra parte, que los que tengan la curiosidad se atrevan a conocer todo el misticismo cristiano, misticismo que no queda confinado al catolicismo.

5) Hablando de deseos ¿Por qué se debería considerar al deseo como un suceso reprimible? Y ya que estamos en esas, ¿por qué el pensamiento es el enemigo número uno de los meditadores hardcore? Suprimir tanto deseos como pensamientos tienen consecuencias negativas en nuestra salud física y mental. No explicaré por qué el no reprimir no es lo mismo que alimentar. De eso ya he escrito bastante. El punto aquí es reconocer que en la espiritualidad occidental se han malinterpretado las enseñanzas de meditación sobre la calma mental y física. Se cree que meditar es poner la mente en blanco y que la liberación implica renunciar a todos los anhelos del ser humano. Eso es un extremo. Para ser libre debe haber libertad responsable de pensamiento y cuerpo.

Aquí les dejo otros ejemplos de herejía popular que todavía no han desaparecido:
- Creer en varias religiones
- Cambiar de religión
- Ser espiritual no religioso
- Ser ortodoxo
- Ver lo divino en manifestaciones de índole "maligna"
- Y, por supuesto, practicar cualquier cosa fuera de la tradición popular

De vez en cuando hay que darle una lavada a la espiritualidad.

martes, 4 de mayo de 2010

Rebeldía redefinida


Cambiar duele. Traicionar nuestros deseos egocéntricos duele. Los fumadores que desean dejar de fumar saben de qué hablo. Los padres que saben que no deben sobreproteger a sus hijos saben de qué hablo. El que debe salirse del estatus quo y que le aterra hacerlo, sin duda sabe de qué hablo.
Dejar de hacer lo que siempre hemos hecho (y hacer algo completamente diferente) se siente como una monserga sin sentido, como el peor de los fastidios o como dejar de disfrutar el mejor de los placeres. Por eso le llaman crisis al cambio. Aun si el cambio que se avecina es sumamente bueno, habrá que hacer a un lado costumbres viejas y eso molestará.

Aun después de repetirnos mil veces la lógica que nos revela todas las consecuencias negativas que acarrea, digamos, ser perezosos, soberbios, borrachos o dramáticos, cambiar esos hábitos nunca se siente "bonito" si llevamos décadas realizándolos. Pero si uno se atreve a pasar por tal desagrado, las recompensas son maravillosas. Por ello, este tipo de dolor es el mejor de todos. Por lo regular le llamamos "trabajo anímico" o "trabajo emocional", pero en realidad es una joda anímica y emocional. Se necesita valor para aventurarse en estas jodas purificadoras. Hay cierto heroismo en todo el asunto y a estas alturas y en estos tiempos que saben a "fin del mundo", ser nuestros propios héroes nos urge.

Renunciar al placer de comernos vivos a nuestros "oponentes" cuando revelaron alguna fragilidad en su discurso, es un acto que no se disfruta para nada. Pero sólo los que osan hacerlo, conocen el sabor de la tranquilidad. El resto rumia y rumia diálogos (manifiestos o mentales) en los que triunfan una y otra vez. Se regocijan en sadismos sonoros o silenciosos que, inevitablemente, desembocarán en malestares físicos y anímicos. Aun si la persona a la que hiciste mierda verbalmente es un completo desconocido para ti, todo el suceso te dejará un mal sabor de boca. Si tienes un poco de consciencia espiritual, cargarás con arrepentimiento aunque no tengas ni idea de quién fue tu víctima.
Pero si optas por no agredir, evitarás todo ese desgaste emocional.

Si la pereza estanca tu vida, renunciar a ésta es como dejar de disfrutar tu postre favorito. Se siente como lo más antinatural que has hecho toda tu vida. Pareciera que es estúpido ser productivo. Pero el perezoso que osa traicionarse descubre, poco a poco, que la productividad es lo mejor que pudo haberse regalado. Las metas se alcanzan, lo objetivos se logran, los círculos se cierran y se mejora la calidad de vida.

Si detestas la mediocridad de las personas, si las fallas recurrentes de los demás disparan una furia inexplicable dentro de ti, no alimentar dicho fuego se siente como interrumpir el mejor de tus orgasmos. Hay tanto placer en la furia y no perpetuarla se siente como la decisión más irracional que puedes tomar. Pero si no cedes a tal tentación, no sólo dejarás de ser uno de los peores intolerantes del mundo, sino también te darás la oportunidad de proporcionar crítica constructiva al que comete equivocaciones.

Si haces a un lado la penumbra y tragedia psicológica, te aburrirás y dejarás de sentirte especial. Te sentirás como un borrego más del rebaño. Pero voila, te darás cuenta de que no todo es tan malo después de todo. Comenzarás a disfrutar las mieles de reconocerte como alguien capaz de resolver problemas sin perder la cabeza.

Entonces, por todo lo anterior, el consejo de este post es: rebélate contra la lógica placentera del egocentrismo y acoge la friega de cambiar para bien. Si te molesta ser mejor persona, créeme que vas por buen camino.

Dicha friega es como pulir rebabas que no hacen otra cosa que engancharse con cualquier cosa. Es como frenar poco a poco un tren que sabemos que se estrellará si no reducimos la velocidad. Habrá chillidos emitidos por la fricción entre el freno y las ruedas de acero, habrá humo y chispas tal vez.
Tal fricción se sentirá horrible. Pero no nos descarrilaremos.

¿Realmente es necesario hablar de todas las recompensas de rebelarse contra la lógica egoista?

Sé subversivo aunque se sienta como lo más incoherente que hagas.